El Día del Niño Perdido es una especial tradición de la zona norte del estado de Veracruz (México) que se celebra cada año el 7 de diciembre, en la víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y que está inspirada en un momento de la vida del Niño Jesús. Esta bella tradición se basa en el siguiente pasaje del Evangelio de San Lucas: “Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tenía doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volver, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca”. El Día del Niño Perdido recuerda este hecho de la infancia de Jesús.
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