¡Inexplicable! El gran milagro eucarístico de Lanciano

Jun 8, 2023 | CURIOSIDADES

Hace más de 13 siglos, la Iglesia católica fue agraciada por Dios con un gran y asombroso milagro eucarístico. Era aproximadamente el año 700. El lugar era el pueblo italiano de Lanciano, un pueblo antiquísimo. Allí vivían, en el monasterio de San Longino, los monjes de San Basilio. Entre ellos, uno que creía más en su cultura mundana que en las cosas de Dios. Su fe parecía vacilante y, a diario, le perseguía la duda de que la hostia consagrada fuese el verdadero Cuerpo de Cristo, y el vino Su verdadera Sangre.

La Gracia Divina, sin embargo, nunca le abandonó, haciéndole rezar continuamente para que esa insidiosa espina de la duda saliera de su corazón. Cierta mañana, celebrando la Santa Misa atormentado más que nunca por la duda, vio, tras pronunciar las palabras de la consagración, que la hostia se convertía en Carne viva y el vino en Sangre viva. Se sintió confuso y dominado por el temor ante tan asombroso milagro, permaneciendo largo tiempo transportado en un éxtasis sobrenatural. Hasta que, en medio de gran alegría y con el rostro, bañado en lágrimas, se volvió a los presentes y dijo: “¡Oh bienaventuradas testigos, ante quienes, para confundir mi incredulidad, el Santo Dios quiso revelarse en este Santísimo Sacramento y hacerse visible a nuestros ojos! ¡Venid, hermanos, y admirad a nuestro Dios que se acercó a nosotros! ¡Aquí está la Carne y la Sangre de nuestro amado Cristo!”

A estas palabras, los testigos se precipitaron al altar y empezaron también a llorar y a pedir misericordia. La noticia se esparció por toda la pequeña ciudad, transformando al monje en un nuevo Santo Tomás. La Hostia-Carne presenta, como aún hoy se puede observar, una coloración ligeramente oscura, volviéndose rosácea cuando se la ilumina por el lado opuesto, y tiene apariencia fibrosa; la Sangre es de color terroso, entre el amarillo y el ocre, coagulado en cinco fragmentos de forma y tamaño diferentes.

A partir de 1713, y hasta hoy, la Carne pasó a ser conservada en una custodia de plata, finamente cincelada, al estilo napolitano. La Sangre está contenida en una rica y antigua ampolla de cristal de roca.

A los reconocimientos eclesiásticos del milagro, hay que añadir el pronunciamiento de la ciencia moderna a través de minuciosas y rigurosas pruebas de laboratorio. Después de algunos meses de trabajo, el 4 de marzo de 1971, los investigadores publicaron un informe con el resultado de los análisis. Algunas de estas conclusiones fueron que la carne era carne verdadera y la sangre también. Que la carne y la cangre pertenecen a la especie humana y que la carne es del tejido muscular del corazón: miocardio, endocardio y nervio vago.

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