La laminina es una molécula de adhesión celular que tiene forma de cruz. ¡SÍ, LA FORMA DE UNA CRUZ! La laminina es una molécula esencial que se encuentra dentro de nuestro ADN. Nos mantiene funcionando normalmente y nos protege de enfermedades degenerativas. En palabras simples, el trabajo de la laminina en nuestro cuerpo es el de servir como un pegamento… mantiene todo unido. A la Laminina se le conoce como la membrana basal y sin ella literalmente nos desmoronamos.

Desde ese día siempre pienso en esto y jamás deja de impresionarme. La materia que mantiene unidos nuestros órganos y tejidos, tiene forma de cruz. Dios le dió, justo a esa molécula, la función particular del “pegamento” en el cuerpo para que podamos tener un vivo recordatorio de que Cristo mantiene TODAS LAS COSAS UNIDAS, JUNTAS, EN PERFECTO ORDEN Y CONTROL.

La vida se vuelve loca, dura o simplemente confusa a veces, pero creo que saber que Dios colocó un “símbolo” en nuestros cuerpos para recordarnos que nos mantiene en perfecto estado y completos, es un mensaje suficiente para recordar que él guía nuestros caminos y que el cumplirá su propósito en nuestras vidas, incluso cuando a nosotros nos parece imposible.

Es Dios quien nos mantiene “pegados” y evita que nos desmoronemos en este momento, mental, física y emocionalmente. Y quiero decirte que si estas atravesando una situación difícil el está ahí siempre para consolarte, sentarse contigo y ayudarte.

Lo maravilloso de la ciencia es que si tienes un corazón abierto, Dios se revelará a ti y te mostrará a través de la ciencia que él existe. Así que decidí poner esto a disposición de aquellos que nunca antes habían escuchado hablar sobre la Laminina.

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Consuela a mi alma saber que Dios me está sosteniendo en este momento, y que “tatuó” nuestro ADN con su gracia. Espero que esto también te consuele, que puedas elegir creer que somos creación divina y que la cruz, en la que Jesús murió por nuestros pecados por pura gracia y amor también está dentro de nosotros para probarnos todos los días que Dios mantiene nuestras vidas juntas hasta el día de hoy aún, por pura gracia y amor eterno.

“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” -Colosenses 1:17.