Blanca Llantada y Emilio Ferrando son un matrimonio unido por la fe y por la Virgen. Ambos son de Valencia y siempre habían vivido en barrios muy cercanos a pesar de no haberse visto nunca. Se casaron el 6 de octubre en su ciudad, Valencia aunque les hubiera gustado poder haber celebrado la ceremonia en el santuario que les unió: Medjugorje.

Llegan a Medjugorje el mismo año, Emilio llega en febrero y Blanca llega en diciembre. Es increíble porque tampoco en este lugar coinciden. Cuando Blanca se consagra a la Virgen con las religiosas del Arca de María coincide con la hermana de Emilio a la que conocía y le cuenta la historia de conversión de su hermano, de Emilio.

Emilio estaba involucrado con uno de los videntes en llevar ayuda humanitaria a Medjugorje porque es una ciudad que vive de las peregrinaciones y en la época de la pandemia todo esto se paró. A finales de marzo de ese fatídico año, pudo llegar un tráiler gracias a la generosidad de muchas personas. Fue el punto de partida y de conexión entre ellos. Porque al igual que Emilio, Blanca también comenzó su propia campaña de ayuda en la zona de Alicante.

“Recuerdo que había ido a misa, a confesión al llevar siete años sola, le pregunto al Señor qué quieres de mi, qué tipo de vocación quieres para mí”. Y es que Blanca estaba empezando a sentir y descubrir el sacramento del matrimonio. “Admiraba mucho a las parejas jóvenes que se casaban, empecé a valorar lo que yo no había tenido antes”. Recuerda que fue un tiempo donde empezaba a leer mucho sobre este tema y a preguntar a sacerdotes.

¿Quieres conocer cómo termina esta historia de amor a la Virgen y de amor al matrimonio? ¡no te la pierdas, te emocionará!