La familia de Saira era católica pero no practicante. Sus padres, que tuvieron un noviazgo muy corto, tuvieron a su hermano muy pronto. Fue un embarazo no deseado en el caso de Saida, ella misma cuenta que su madre no le hablaba o tenía una palabra de embarazo durante el embarazo. Su padre, era una persona que bebía y si que recuerda que tenían discusiones.
Su padre pasaba mucho tiempo fuera de casa y a su madre le tocaba todo el trabajo en casa, tema que le amargaba profundamente. La relación con su madre desde el origen siempre fue muy distante. “Toda la amargura que tenía ella, la deposita en nosotros”, explica. Y es que Saira tenía a su padre en un pedestal.
En el colegio en el que estaba recuerda cómo la hacían bullying, motivo por el cual la cambiaron a un colegio público. Su autoestima estaba en caída libre. El detonante que supuso un cambio radical en su vida fue cuando vió a su padre con otra mujer. En ese momento la relación que tenía con él se quebró. Fue un momento muy complejo.
Su vida fue derivando hacia lugares confusos. Tuvo una pareja muy tóxica con la que además de perder la virginidad con él, la maltrataba física y psicológicamente. Toda esta situación derivó en una situación de depresión profunda que le llevó a tener varios intentos de acabar con su vida.
0 comentarios