Natasha Cheij es colombiana, es periodista, presentadora de televisión madre, y actualmente vive en Miami. Sobre todo se siente hija amada de Dios. Desde pequeña siempre tuvo una sensibilidad especial por todas las cosas celestiales. Su fe le viene desde su infancia. Su madre la consagró al Divino Niño Jesús. Desde que es pequeña siempre tuvo la conciencia de saber que no estaba sola. “Había un sentimiento constante de las cosas del cielo. Recuerdo de pequeña cuestionarme el por qué estaba aquí y todos estos temas trascendentales”, recuerda.

Su madre rezaba mucho y sabe que esto fue fundamental para su crecimiento de fe. Su padre sin embargo era un hombre racional pero ella siempre tuvo la tendencia de ir de la mano de su madre que acudía de manera constante al Santísimo y a la Santa Misa. Dónde vivía había una iglesia carismática y el sacerdote tenía un contacto muy fuerte con los jóvenes. Su madre por otro lado, rezaba muy a menudo el Rosario y en ocasiones la acompañaba. 

A Natasha le apasionaba el periodismo pero su padre le comentaba que no iba a poder ayudarla para encontrar trabajo. Su madre sin embargo le animaba a rezar para que Dios le diera la respuesta de lo que tenía que hacer. Así viaja a Bogotá y termina estudiando periodismo. Se enfrenta a una ciudad totalmente diferente. En medio de la soledad, siente que Dios le está acompañando. En la primera semana de estar allí le robaron todo. A partir de ese momento le comenzó a pedir a Dios por todo lo que ella necesitaba. 

En el transcurso de los años, ella tenía el deseo de poder tener esa persona con la que tener un proyecto de familia. Su madre le animaba a que rezara una novena. En un restaurante conoce a una persona especial. Cuando se marcha ese chico se quedó con un sensación de vacío. Sin embargo, la camarera le dió una tarjeta para que se conociera. 

“Esto es fruto de la oración. Pensamos que repetir las oraciones no tiene sentido. Pero orar también es conversar desde un corazón sincero. Él quiere que le mostremos ese grano de mostaza de fe”, explica. Cuando ha tenido este tipo de conversaciones ha sido cuando se ha manifestado en la vida de Natasha. De este modo se casa y comienza a trabajar como periodista. Ella tenía el deseo de salir de Colombia para prosperar. En el año 2013 viajan a Estados Unidos con más incertidumbres que certezas. En este momento de grandes incertidumbres, Natasha se aferra al rezo del Santo Rosario diario junto con su marido. “El camino se iba aclarando cada vez más”. 

¡No te pierdas este precioso testimonio! 

Puedes seguir a Natasha aquí: https://www.instagram.com/natashacheijtv/?hl=es