Uge, nació en Guadalajara y viene a contarnos la enfermedad de su mujer. Fueron al hospital y le detectaron un cáncer, después de muchas idas y venidas los médicos le dijeron que había poco que hacer con su enfermedad. No entendía nada por qué Dios había permitido esa situación. 

Su mujer finalmente fallece y él quería llevarlo lo mejor posible por la única hija tenía. Pasado un tiempo cuando salía del trabajo recibió una trágica noticia y es que su hija estaba en el anatómico forense. No podía creerse lo que le estaba pasando en este momento, otro golpe más.

Escuchó una noticia de que una joven había sido atropellado y pensaba la pena que tendría ese padre. Ese padre era él. En su sufrimiento y dolor en esta época de pérdidas y de no entender lo que estaba ocurriendo se alejó del Señor. Fue cuando le invitaron a acudir a Cursillos de Cristiandad. 

“Ese encuentro con Cristo cambió mi vida en Cursillos de Cristiandad, él nunca nos abandona”. Desde que hizo Cursillos se siente apoyado por la comunidad, recuperó la fe. Hace ya 21 años que ocurrió ese suceso trágico y aún hoy sigue perteneciendo a un movimiento que le devolvió la esperanza.