Lily Ávila es una joven estudiante de Odontología y forma parte del movimiento del Regnum Christi. Siempre estudió en colegios católicos, sus padres se encargaron de inculcarles la fe pero como bien explica, llega un momento que es la persona la que tiene que tomar la decisión si abrazar esa fe o no. Para comenzar, a Lily le gusta decir que no somos etiquetas y que Dios hace nuevas todas las cosas.

 Desde pequeña siempre le gustó estar en apostolados, en misiones, le gustaba ese sentimiento de plenitud, estar al servicio a los demás, pero esa sensación de plenitud le duraba lo que duraban los retiros. Las personas que le rodeaban la desanimaban a continuar y así le hacían olvidar que era hija amada, le transmitían que no era digna de poder hablar de Dios.

 “El camino de fe es como un globo, y alrededor hay muchos alfileres, si no estás pendiente, ese globo puede estallar”, comenta. A raíz de malas decisiones, comentarios, de creerse tantas mentiras fue alejándose de Jesús. El cuestionamiento sobre su identidad cristiana era constante. Cuando entra en la carrera es cuando siente verdaderamente la soledad. Comenzó a vivir sola y ya no sentía que acudir a misa era tan importante.

 Con la llegada de la pandemia, muchas personas no supieron gestionar este tiempo; Lily fue una de ellas. “Mi madre nos invitaba a ver misa virtual. Empecé a tocar fondo. Ese sentimiento de soledad que empezó en la universidad se convirtió en desolación. Me refugié en cosas que no me ayudaron y a creerme mentiras”, reconoce.

 Llegó al punto que transmitía al propio Jesús que no le iba a contar las cosas y que sería ella la que manejara la relación con él. Así fueron varios meses y no sabía que estaba pasando. Cada vez sentía que se alejaba más de la fe. La recurrencia al alcohol era ya frecuente. Una amiga le comentó de los beneficios de tener dirección espiritual. Así, sin ir a misa comenzó a acudir a esta dirección espiritual. La primera pregunta que le hizo este sacerdote fue quién era ella. “No me sabía hija de Dios y menos hija amada”. En este momento, una amiga le invita a un retiro que primeramente accede para después una semana antes echarse atrás.

 ¿Qué crees que le ocurrió en este retiro? ¡No te pierdas el testimonio completo!

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