Testimonio de conversión: Del desorden sexual a ofrecer su abstinencia al Señor

Ago 15, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Miguel Ángel Suárez es de Bogotá pero vive en Estados Unidos. Es de madre católica, su padre falleció cuando no había nacido. Su madre les educó en la fe y crió a todos sus hermanos de la mejor manera. La ausencia de su padre hizo que su madre y sus hermanos se volcaran hacia él. Fue bautizado e hizo su Primera Comunión. Tuvo una infancia feliz. Llegó la adolescencia y las amistades le fueron llevando por el camino del mundo y así se fue alejando de Dios. Eran personas que sólo pensaban en lo mundano. “Me alejé de Dios, conocí a chicas y tomaba. En esa fe tibia. Tenía dioses diferentes como el sexo, trabajo, masturbación, las cosas materiales”, explica. 

El mal se iba apoderando de él. A pesar de todo se autoengaña y seguía yendo a misa. Económicamente las cosas le iban bien y se casó. Fue un matrimonio fracasado y se separó. Así empezó a convivir con una mujer, con otra, en ese momento no se consideraba un buen ejemplo para su primer hijo. Tuvo un segundo hijo de una de sus relaciones. En todo ese ir y venir se alejó de Dios. Pensaba que con un Padre Nuestro o un Avemaría era suficiente. No acudía ya ni siquiera a la Eucaristía. 

En cierto momento, en la compañía donde trabajaba hubo un gran accidente. Hubo un derrame de gas enorme. “La misericordia de Dios fue infinita y me salvó la vida de ese accidente”. Seguía con su vida pecadora pero falsamente volvió a acudir a Misa, pero siguió llevando esa doble vida. La compañía en ese momento entró en quiebra y se quedó sin empleo. Su sobrino estaba unido a un apostolado que ayudaba a niños con cáncer. Como tenía tiempo, se unió a este grupo. “Empezamos a asistir a los hospitales. Asistíamos a los niños y la fundación recibía muchas ayudas económicas”. Rezaban el Rosario y llevaban la fe a las familias de los niños. En una capilla del albergue se oficiaban misas para las familias. Esto le hizo alejarse del mundo, de las malas influencias, del licor. Decidió dejar su vida en manos del Señor. El año 2018 lo llevó a EEUU. En ese momento decidió ofrecerle su abstinencia al Señor. Hace ya dos años recibió su residencia. Hace dos años inició un perfil en redes con mensajes que el Espíritu Santo le inspira. 

¡No te pierdas este impresionante testimonio! Puedes seguirle aquí: https://www.instagram.com/msua.65/

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