Mauricio vive en México y viene a compartirnos lo que el Señor ha hecho en su vida. Muchas hospitalizaciones, sobredosis. La verdad es que era adicto a la pornografía, a las drogas y a la masturbación. A pesar de que lo tenía todo, éxito profesional. Llegó a las más altas cotas de la fama como comunicador en una televisión. Entrevistó a grandes personalidades y cubrió grandes eventos. Pero nada de esto era suficiente porque Dios no estaba a su lado. 

“Gracias a que pasé por todo esto hoy puedo entender a un hermano drogadicto, alcohólico y con una vida desordenada”, explica. La vida de Mauricio Clark era una persona que tocó el infierno habiendo llegado al cielo. “Durante 20 años tuve la oportunidad de cubrir 4 juegos olímpicos, 4 mundiales de fútbol. Entrevisté a casi toda la planilla de Hollywood”, sostiene. Antes de los 30 años había conocido la supuesta gloria. 

Justamente estando en Abu Dabi en el hotel más lujoso del mundo, se sintió el más miserable, teniendo todo pero estando muerto en vida. Y es que si hoy está vivo tiene claro que es por gracia divina pero también por la intensa oración de su madre. “A los 20 años fue la primera vez que pisé un grupo de alcohólicos anónimos”. Para Mauricio no hay mejor grupo para militar que la santa iglesia católica. Años atrás se mofaba de esta fe que hoy defiende.

“Justamente de quién más me burlé, fue quien me socorrió cuando todos se fueron. Jesucristo vino de manera majestuosa para salvarme sin juzgarme. Mauricio  viene de eventos y grandes escenarios. “El Señor me ha regalado ver la sonrisa de mis padres todos los días”, comenta. Sus padres tienen una gran tranquilidad de no tener que volver a esos moteles a recogerle por la noche en malas condiciones. Muchos conocidos de Mauricio no lo han podido contar. 

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