Testimonio de conversión de Mariana Barragán, una joven que vivía su vida intensamente hasta que un día, una bala furtiva le paralizó las piernas y puso a caminar su alma.

Mariana Barragán es de la ciudad de México, como a pesar de las adversidades, Dios siempre le ha acompañado. «A veces en la vida hay momentos muy difíciles pero depende de cómo veas esa obra, puedes sacar un gran aprendizaje», explica Mariana. Todo depende de como nos contemos nuestra propia historia porque en toda historia Dios saca de un mal un bien mayor como bien cuentas Mariana.

Ella es la menor de tres hermanos, sus padres se separaron cuando ella tenía un año de edad. Ella nunca experimentó lo que es vivir en una familia unida. Ella no lograba entender porque entre los hermanos se veían tan poco. Recuerda como en la escuela cuando ella comía con las amigas se preguntaba porque ella no podía tener esa familia deseada como el resto de personas de su edad.

En la adolescencia era una persona que disfrutaba mucho de la compañía de sus amigas. Estudió en una escuela de los Legionarios de Cristo. «En esos momentos no había preocupaciones, con mi madre me llevaba muy bien». Tenían un gran vínculo y amistad entre ambas. Todo iba bien, pero todo cambió y fue cuando la madre dio la noticia de que tenía un cáncer muy difícil de curar. «Fueron dos años muy difíciles pero también años de estar muy juntos todos. Mi madre tuvo un encuentro con Dios muy fuerte que le dio mucha paz», recuerda.

Todavía Mariana se emociona cuando recuerda el día que su madre parte a la casa del Padre. «Cuando llegaba a mi casa sentía un vacío muy grande, no sabía cómo sanar ese dolor, empecé a salir mucho, a tener excesos en mi vida con esa necesidad de sentirme querida y amada por un hombre», relata.

Mariana no conocía cuál era el verdadero amor y pudo encontrarlo. Un suceso cambió la vida de Mariana y la dejó en silla de ruedas. Fue un día como otro cualquiera cuando salió al cine con los amigos, a la vuelta, dentro del coche sintió que había una persona apuntándoles con una pistola, al ver qué pasaba, fue cuando ocurrió el accidente, que cambió la vida y el corazón de Mariana para siempre.