Testimonio de conversión de Blanca Llantada y cómo el Espíritu Santo la trajo de vuelta a la Iglesia. «Yo era una niña muy movida, todo corazón, mi padre es vasco y tengo mucho carácter vasco», así es como comienza la entrevista Blanca. Apasionada de los animales cuenta que guardaba en el oratorio del colegio revistas de Robinson Crusoe. «Le enseñaba al Señor las ballenas, los peces», recuerda. Y es que Blanca se consideraba que en aquel momento era una niña que no conocía los límites entre lo que estaba bien y mal.

Nacida en una familia católica, su madre que es de la obra les llevó a un colegio católico, del Opus Dei. «Recuerdo vivir de forma impresionante cuando íbamos a comulgar en misa. Me encantaban las confesiones», cuenta. En casa a pesar de no rezar el Rosario si recuerda ir a misa todos los días. Poco a poco continuaban con esa tradición de ir la familia juntos a la Eucaristía, hasta que llega la adolescencia y llega un momento en que todo eso que habían construido se rompe y se pierde. Ese punto es el accidente de su hermano Pablo. «Mi hermano tiene con 21 años un accidente de moto en el cual está 7 meses en coma, le dan 4 infartos y a mi me coge con 15 años», explica.

Se produce una situación familiar que describe como horrorosa, un nivel de estrés muy alto que «no se supo llevar con oración». «La unidad familiar se quebró por el dolor». El hermano cuando sale del hospital sale siendo una persona totalmente diferente. Tiene que utilizar andador y al principio silla de ruedas. «Recuerdo que con 15 años mi madre me decía: cambia los pañales a tu hermano. Y con 15 años lo que quieres es salir. Yo no quería saber nada de esa situación», expresa.

Con todos esos cambios a Blanca la cambian de colegio y la llevan a un internado en el que lo pasó realmente mal. «Me llevaron a ese internado por falsas acusaciones porque decían que salía mucho de marcha». Después la cambiaron a un colegio mixto también de chicos y ahí vió a un chico que le gustó convirtiéndose en su primer novio. «Fue un desastre la relación».

Empezó la carrera de turismo y en la carrera la gente consumía mucho. «Si que consumí pero nunca me enganché, ahí ví la protección de Dios. Con mis padres también la relación era complicada, empezó a ser una adolescencia muy perdida, me evado y no quería estar con mi familia en esa situación». ¡Conoce la historia de vuelta a casa de Blanca y el final de su historia!