Arianna sufría inmensamente por falta de amor y como consecuencia de ello se metió en prácticas de nueva era, hasta que en coma en la UCI Dios se hizo presente y la trajo de vuelta a la fe.

Arianna es peruana y estudió psicología, nacida en una familia católica donde siempre se les inculcó la fe desde muy pequeñas. En su casa siempre se rezaba el Rosario, siempre iban a misa, creció en un entorno de mucha fe y mucha devoción. Los primeros años fueron de mucha felicidad y unión familiar. Recuerda que ya desde pequeña era muy inquieta, siempre buscadora de cosas nuevas. Ya en el colegio con su nuevo grupo de amigas empezó a salir más, de fiesta y a los 14 años tuvo su primer novio.

Fue en ese momento cuando ya empezó a hacer un poco lo que ella quería. Su madre era conocedora de esa inquietud de Arianna y queriéndola proteger empezaron a tener algunos choques. «Es ahí es donde empiezo a alejarme de mi familia, queriendo ser libre». Cuando llegó a los 18 ella quería independizarse pero seguía viviendo en casa de sus padres. Entró en la carrera de Psicología y tuvo una beca que la llevó a Canadá. «Empecé a alejarme de la experiencia de Dios, ya no lo necesitaba, tenía lo que quería».

A su regreso a Perú empezó a llevar una vida desordenada, ella lo veía en sus amigos y lo veía normal. De este modo, empezó a experimentar mucho con el deporte pero dentro de ella había mucho vacío. «Este vacío vino de la experiencia anterior que vino de su adolescencia de sentir y pensar erróneamente que yo no era nada por mi madre», explica. Tenía una herida fuerte en su corazón de pensar que su propia madre no la amaba.

Un vacío que intentaba llenar de diferentes maneras.

¿Cómo crees que Arianna volvió a la fe y a su familia? ¡No te pierdas su testimonio!