Testimonio católico: Viaje vocacional que comenzó con San Juan Pablo II

Ago 30, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Kuaimare Velazco es de Venezuela, vive actualmente en Estados Unidos. Viene a contarnos cómo ha sido su camino vocacional. Viene de una familia católica como él llama pero pasiva. Su abuela le enseñó que deben orar y comunicarse con el Señor siempre. Cuando tenía 14 años unos amigos le invitaron a que fuera a la catedral porque San Juan Pablo II acudía de visita. Sus amigos le insistieron. “Acudí a una catequesis de preparación que me fue moviendo por dentro”, recuerda. Al escuchar al Papa Juan Pablo II, su corazón se transformó. “Desde el fondo de mí salió algo de mí. Me comprometí a ser un cristiano de verdad”. 

Así, vuelve a su ciudad y se inscribe a una catequesis. Tuvo la oportunidad de aprender de todo aquello que le pudiera enriquecer espiritualmente.  Siguió buscando cuál era el camino por el que debía servir al Señor. Perteneció a varios apostolados, fue monaguillo. Un día sintió un llamado especial. “Dios me estaba llamando a la entrega absoluta y decidí entrar al seminario diocesano dónde recibí formación muy buena que me ha ayudado a lo largo de mi vida”. Estudió con grandes sacerdotes que le ayudaron y enseñaron marcando en su corazón momentos muy especiales. En una ocasión estando en el seminario les mandaron a las parroquias a servir y ayudar en las parroquias. Uno de los padres que servía le dijo que le cedería la predicación para que fuera practicando. “Aprendí que uno no debe juzgar, que Dios toca los corazones que quiere tocar y endurece a los que tiene que endurecer”.  

Se retira del seminario con el tiempo y los años continuando su búsqueda. ¿Qué vocación tenía el Señor para él? Conoce así a una mujer, la corteja y a los dos años le propone matrimonio. Hoy llevan dos décadas de matrimonio. Después de casados, Kuaimare siguió sirviendo en la Iglesia. Viajaron a Orlando y comenzaron a acudir en un grupo carismático pero el ritmo de trabajo era muy grande. Se empezó a sentir frustrado porque después de estar tan activo en Venezuela, el no poder servir con la misma intensidad le hacía sentirse incompleto porque no estaba pudiendo dar lo que Dios necesitaba o le estaba pidiendo. “Empecé a ver de qué manera podía compaginar su trabajo con tiempo de oración. Descubrí que había una necesidad y que a través de las redes se podía evangelizar”. 

¡No te pierdas este precioso testimonio! Puedes seguir a Kuaimare y su preciosa comunidad aquí: https://www.instagram.com/vivir_como_los_santos/

 

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