Sebastián Bermúdez nació en Colombia y tiene 30 años, es comunicador. Es de una familia católica. Su familia tenía una religiosidad muy marcada, su abuela le enseñó a rezar el Rosario. “Nuestra educación estuvo muy marcada forjada en la confianza en Dios”, comenta. Cuando tenía 13 años sentía esa gran necesidad de ir a misa, necesitaba saber qué era lo que hacía el sacerdote en la Eucaristía. Se ofreció a leer en la iglesia. Cuando se dió esa oportunidad se abrió un mundo enorme. Se le quitó el miedo a hablar en público y fue acólito a pesar de que le daba reparo por ver el qué dirán en el colegio.  “Aprendí muchas cosas y a saber el por qué pasan las cosas en la Eucaristía. Me empecé a enamorar de lo que pasa ahí. Tuve un encuentro con Dios en el grupo juvenil”, recuerda. Era presentador en uno de los canales comunitarios también. 

Al volver a la ciudad de Medellín para estudiar Comunicación Social le hizo alejarse un poco de esa fe vivida. “Cuando Dios tiene una misión para cada uno de nosotros nos llama de manera diferente”. Por momentos sentía esa soledad del día a día y no encontraba esa voz del Señor. Pasaron años dónde se cayó muchas veces y estuvo decepcionado e incomprendido. Sin embargo, en su corazón siempre estuvo esa semilla que se sembró en la infancia.  Muchos compañeros suyos se habían consagrado a la Virgen. Él se excusaba de que era muy joven para hacer la consagración. “Empecé un proceso en 2018 dónde sentía que me faltaba algo. 

Sentí la necesidad de consagrarme, lo sentía en el corazón. En este proceso hubo muchos obstáculos”. Había distracciones que le alejaban de hacerla. “Le pedía al Señor que me ayudara a enfocarme en lo importante”.  Un día tuvo un sueño con la Virgen, ella estaba en un laberinto, cada vez que Sebastián supera un obstáculo se le daba una rosa, hasta llegar a ella.  Sus compañeros al ver ese camino tan bonito que estaba realizando le propusieron mostrar este camino en redes sociales. “Así nace Gracia de Amar. Para acercarnos a la oración”. Comenzó haciendo una reflexión cada semana y así sintió que la frecuencia debía ser mayor. La gente le pedía que hablara sobre otros temas. Hoy día, en Gracia de Amar se publica a diario.  “Lo importante es acercarnos. Dios está muy cerca. Nos habla a través de personas, de publicaciones, de muchas cosas”. 

¡No te pierdas este precioso testimonio! Puedes seguir a Sebastián y su apostolado aquí: https://www.instagram.com/graciadeamar/