Mía es de Guadalajara, México. Viene de una familia católica, toda la familia de Mía ha participado de diferentes apostolados pero realmente el apostolado que más les ha unido es el del canto. “Esta misión me ha llevado a muchos lugares. Y es que vengo de una familia tan católica que mi bisabuelo era cristero”, explica. Una gran fe y amor a la virgen compartido con toda su familia. 

Cuando Mía era pequeña, entró a diferentes coros de la iglesia. Gracias al canto una vez le  invitaron a Mía en Radio María. Siempre le gustó mucho la comunicación y la televisión. “Nos invitaron a rezar un rosario y cantábamos con el coro de los niños, cada vez me enamoraba más del apostolado de los medios de comunicación. Más tarde me invitaron a Mariavisión”.

Una de las veces que estuvieron cantando le ofrecieron la invitación a trabajar con ellos como reportera. Estuvo ahí durante un año. “Hacíamos reportajes, en hospitales, en muchos lugares donde podíamos compartir la fe de las personas. Estuve en este programa y después me vuelven a hablar en Radio María para pedirme fotografías”. En la radio se dieron cuenta que lo suyo no era la fotografía sino la radio. En este momento entró como locutora y después, poco a poco comenzó a participar más. Pudo conocer a grandes personajes del mundo católico. 

Cuando Mía tenía 16 años, la madre de Mía se enfermó gravemente, pensaban que no iba a poder salir adelante. “Estábamos agarrados de la mano de Dios y de la Virgen de Guadalupe”, recuerda. Al entrar a la radio además el padre de Mía falleció de un infarto. “Esto fue una prueba muy grande. Y es que la gente de fuera por participar de algún apostolado tenemos una vida color de rosa. Este tipo de cosas nos ayudan a fortalecer la fe”, subraya. 

Siempre tuvo una gran inquietud que le rondaba en su cabeza. “Sentí un llamado muy fuerte, lo puse en oración y en manos del padre Emilio. Él y yo nos conocimos cuando era seminarista”, explica. Cuando conoció al padre Emilio siempre le decía que iría a su parroquia como vicario. “Le explicaba que sentía la voz de Dios muy fuerte y que sentía que tenía que hacer algo más”. Este camino parecía estar al lado de los jóvenes. 

“Estaba llamada a hacer una alianza de amistad que es un compromiso de ir a misa, confesión y rezar. En esta alianza Jesús se convertía en mi mejor amigo, tenía que contarle todo. Lo mismo que hago con un amigo en la tierra, tenía que hacerlo con él”, cuenta. Aprendió a hablar de manera personal con Dios, así que cada vez que le ocurría algo acudía a hablar con él. 

“Era impresionante porque le contaba todo lo que quería hacer con el proyecto”. La respuesta la empezó a encontrar a través de la oración. Era muy clara su respuesta. Así nace el proyecto de Fiat María. “Es una página que está abierta para todos”. 

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Puedes conocerla mejor aquí: https://www.instagram.com/mia_medios_28/?hl=es

Y su apostolado: https://www.instagram.com/fiatmaria17/?hl=es