El Papa Francisco aseguró a los jóvenes de todo el mundo que en la Iglesia hay espacio para todas y todos, sin importar cómo seamos, porque Jesús nunca nos cierra la puerta, sino que nos invita a entrar y nos abraza. Así lo dijo Jesús claramente cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete del Señor, que lo había preparado, trayendo a todos jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores. En la Iglesia hay lugar para todos, recalcó.

Al participar en ceremonia de bienvenida con motivo de la 37 Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en el Parque Eduardo VII de Lisboa, el Sumo Pontífice aseguró que Jesús no señala con el dedo, sino que abre sus brazos.

El Santo Padre aseguró que Jesús nos abraza a todos, nunca cierra la puerta, sino que te invita a entrar, Jesús recibe, Jesús acoge y añadió que estos días cada uno de nosotros transmite el lenguaje de amor de Jesús. Dios te ama, Dios te llama, quiere que estés cerca de él.

Del mismo modo, el Pontífice aseguró a los jóvenes que su presencia en el mundo no es por casualidad, ya que el señor los llamo no solo en estos días sino desde el comienzo de sus vidas, lo que significa que ninguno de nosotros es cristiano por casualidad, ya que todos fuimos llamados por nuestro nombre.

Subrayó que Jesús confía en cada uno de nosotros porque para Jesús cada uno de nosotros porque le importamos y es por eso que nosotros, su Iglesia, somos la comunidad de lo que somos llamados, no somos la comunidad de los mejores, somos todos pecadores, pero somos llamados, así como somos, finalizó.