Al conocerse la muerte del último dirigente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, algunos comentaristas han señalado que fue bautizado como católico en secreto durante una visita a la tumba de San Francisco de Asís en 2008.
Así lo ha hecho el editor del Irish Catholic News, Michael Kelly, quien ha asegurado que Gorbachov, “nacido bajo el estalinismo, fue bautizado en secreto”. Según Kelly, “en 2008, visitó la tumba de San Francisco de Asís. Permaneciendo 30 minutos, dijo de modo críptico que Francisco -el santo patrón de la paz- jugó un papel ‘fundamental’ en su vida. #RIP”.
El mensaje está acompañado por una imagen del exdirigente comunista junto a dos frailes franciscanos recorriendo un claustro.
La posibilidad de su conversión al cristianismo estuvo alentada no solo por ser el artífice de la llegada de la libertad religiosa a los territorios dominados por la dictadura comunista soviética a lo largo de casi un siglo, sino por su sintonía personal con San Juan Pablo II.
En efecto, el 15 de marzo de 2008, el político, fallecido este martes 30 de agosto en Moscú a los 92 años, visitó junto a su hija Irina la tumba del fundador de la Orden de los Frailes Menores. Entonces, el diario británico The Times, citando a testigos directos, afirmó que se le pudo ver rezando en el lugar.
Poco después, un despacho de la agencia rusa Interfax trasladó al mundo unas consideraciones de Gorbachov sobre su religiosidad, dado el aumento de los comentarios al respecto.
En primer lugar, admitió haber estado en Asís, pero no en calidad de “peregrino” sino como mero “turista”. En segundo término, aclaró que no había realizado «ningún tipo de declaración sobre el grado de santidad de ese u otro santo».
En tercer lugar, subrayó: “Para evitar malentendidos quiero asegurar que fui y sigo siendo ateo«, no sin dejar de tildar de “fantasías” las informaciones que afirmaban su conversión. Sin embargo, el exdirigente ruso se mostró conciliador expresando su “profundo respeto” por todas las confesiones religiosas.
De lo que no cabe duda es de que Gorbachov fue una pieza clave para que en 1990 el Soviet Supremo aprobara la ley de libertad religiosa, rompiendo así con décadas de persecución oficial.
Un año antes, en 1989, tras la caída del muro de Berlín, Gorbachov se reunió con San Juan Pablo II, definiendo el momento como un encuentro entre «un marxista militante y un católico militante». Un encuentro histórico en todo caso, el primero entre un líder del Soviet Supremo y un Papa católico.
Un año después de la visita a Asís, Gorbachov se pronunció sobre el proceso de canonización de San Juan Pablo II. En aquél momento, ya había sido declarado Siervo de Dios y estaba a punto de ser reconocido como Venerable unos meses después.
El exdirigente comunista afirmó: “Mi opinión es que debe ser canonizado. Fue una personalidad formidable. Un gran humanista, el más grande, para mí”.
Fuente: Aciprensa
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