La historia de conversión de Eduardo Verástegui. Verástegui nació en Ciudad Mante, un municipio ubicado en el estado de Tamaulipas, el 21 de mayo de 1974, y creció en la localidad de Shicoténcatel. El hijo de José Jesús Verástegui Treviño, un agricultor cañero, y de Alicia Córdoba.
«Yo creo fue después de muchos años de cansarme, de darme cuenta que estaba vacío, de darme cuenta que mi carrera no es el fin de mi vida, no nací para ser un gran actor, una estrella de cine o un abogado o un doctor, más bien esas son carreras nada más, son medios que bien utilizados pueden hacer mucho bien a la sociedad, pero no es el fin de mi vida, tiene que haber algo más allá, más profundo que simplemente mi carrera; qué miserable sería si pensara así, y tristemente así pensé durante muchos años hasta que me di cuenta que eso me llevaba a una miseria, a un vacío, a una confusión…», dijo el actor mexicano a El Universal.
Cuando cumplió 28 años decidió que su vida tenía que tomar otro rumbo, “fue cuando de pronto hubo una sacudida, donde uno empieza a tener prioridades, a reflexionar sobre socas que antes no lo hacía porque siempre estaba distraído con el ruido del mundo, con el trabajo, y muchas veces para poder reflexionar sobre las cosas importantes necesitas silencio; y empecé a tener silencio en mi vida”.
Más tarde explicó en la entrevista que “fue en ese silencio y ayudado también de amistades que veían en mí un cuate que quería cambiar pero no sabía cómo, que me fueron empujando; gente más despierta, servicial que me topé en mi camino y me ayudó. Ahí fue donde poco a poquito empieza un nuevo caminar, un despertar que no termina hasta que mueres, porque estamos en un proceso de toda una vida.» «Yo quería juntar todas las áreas de mi vida en una, mi parte espiritual, mi parte personal, mi parte profesional, que todo estuviera en armonía; entonces a la parte personal le faltaba hacer más, faltaba esa parte humanitaria, que estuviera más definida. Empecé en un proceso de oración, de discernimiento para ver qué podía hacer, porque siempre hay esa búsqueda de querer hacer algo más grande que tú mismo, pero no sabemos qué o por dónde, cómo ni cuándo…».
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