El 27 de noviembre, primer domingo de Adviento, el Papa Francisco participó en el habitual Ángelus y en el que advirtió a todos los cristianos sobre el peligro de no estar preparado para la venida de Jesús.
En este sentido, el Papa Francisco se refirió al Evangelio de San Mateo y preguntó: “¿cómo reconocemos y acogemos al Señor”?. Inmediatamente, el Santo Padre expresó: “Debemos estar despiertos, alertas, vigilantes. Jesús nos advierte: existe el peligro de no darse cuenta de su venida y no estar preparados para su visita”.
El Sumo Pontífice recordó el pasaje bíblico: “De hecho, de aquellas personas de la época de Noé, Jesús dice que comían y bebían ‘y no se dieron cuenta de nada hasta que llegó el diluvio y arrastró a todos‘”:
“Jesús dice que cuando Él venga, ‘habrá dos hombres en el campamento: uno será llevado y el otro dejado’. Pero, ¿cuál es la diferencia? ¿En qué sentido? Simplemente que uno estaba vigilante, estaba esperando, capaz de discernir la presencia de Dios en la vida cotidiana; el otro, en cambio, estaba distraído, “apartado”, como si nada y no se daba cuenta de nada”, agregó el Papa Francisco.
“Hermanos y hermanas, en este tiempo de Adviento, ¡sacudamos el letargo y despertemos del sueño! Preguntémonos: ¿soy consciente de lo que vivo, estoy alerta, estoy despierto?
¿Estoy tratando de reconocer la presencia de Dios en las situaciones cotidianas, o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas? Si no somos conscientes de su venida hoy, tampoco estaremos preparados cuando venga al final de los tiempos. Por lo tanto, hermanos y hermanas, ¡permanezcamos vigilantes!”, concluyó el Santo Padre.
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