Todos necesitamos un “impulso” durante la Cuaresma para encendernos y fortalecernos. Así que aquí hay 15 frases de santos para encender tu viaje de Cuaresma hacia la santidad.

1) “Nunca se logra nada grande sin mucha perseverancia”.
Santa Catalina de Siena

2) “Aparte de la cruz, no hay otra escalera por la cual podamos ir al cielo”.
Santa Rosa de Lima

3) “He aquí, Jesucristo crucificado, que es el único fundamento de nuestra esperanza; Él es nuestro mediador y abogado; la víctima y el sacrificio por nuestros pecados. Él es la bondad y la paciencia misma; Su misericordia es movida por las lágrimas de los pecadores, y nunca niega el perdón y la gracia a quienes lo piden con un corazón verdaderamente contrito y humilde ”.
San Carlos Borromeo

4) “Si padeces con Él, reinarás con Él. Si lloras con Él, tendrás gozo con Él. Si mueres con Él en la Cruz de la tribulación, poseerás la morada eterna en el esplendor de los santos. Y tu nombre, escrito en el Libro de la Vida, será glorioso entre los hombres “.
Santa Clara de Asís

5) “¿No sabes rezar? Ponte en la presencia de Dios y tan pronto como hayas dicho: “¡Señor, no sé cómo orar!” puede estar seguro de que ya ha comenzado “.
San Josemaría Escrivá

6) “La vida de un cristiano no es más que una lucha perpetua contra uno mismo; no hay florecimiento del alma hacia la belleza de su perfección excepto al precio del dolor ”.
San Padre Pio

7) “Como la Cuaresma es el tiempo para un mayor amor, escucha la sed de Jesús… Él conoce tu debilidad. Él solo quiere tu amor, solo quiere la oportunidad de amarte “.
Santa Teresa de Calcuta

8) “El ayuno limpia el alma, eleva la mente, somete la carne al espíritu, vuelve el corazón contrito y humilde, disipa las nubes de la concupiscencia, apaga el fuego de la lujuria y enciende la verdadera luz de la castidad. Vuelve a entrar en ti mismo “.
San Agustín de Hipona

9) “Toda mi fuerza está en la oración y el sacrificio; estos son mis brazos invencibles; pueden mover los corazones mucho mejor que las palabras “.
Santa Teresa de Lisieux

10) “Emprendamos con confianza nuestro camino cuaresmal, sostenidos por la oración ferviente, la penitencia y la preocupación por los necesitados. En particular, que esta Cuaresma sea un tiempo de preocupación cada vez mayor por las necesidades de los niños, de nuestras propias familias y de la sociedad en su conjunto: porque son el futuro de la humanidad ”.
San Juan Pablo II.