José Enrique Zambrano es uno de los fundadores de Familias in Agenda. Nació en Caracas (Venezuela). Desde pequeño acudió a un colegio laico y católico. Tuvo la fortuna de tener en dos centros buenos que le ayudaron a forjar el carácter, junto con la formación de los padres. “Mi madre siempre nos invitaba a estar pendiente del prójimo. Mi padre siempre pretendía que participáramos en misa al menos una vez a la semana”.
Claudia Clavier creció en un hogar católico y en colegios católicos en la rama del Opus Dei al igual que José Enrique. “En mi casa se rezaban y se cumplían las fiestas de guardar. Pero siento que la parte de rezar el Rosario o el Vía Crucis, esos detalles me lo dió el colegio”, explica. Se consideraban católicos light. Claudia desde niña siempre tuvo la certeza de que la Virgen estaba cerca de ella. “Desde pequeña siempre tuve una imagen de la Virgen en mi mesita de noche”.
Sigue creciendo y llegan los años de adolescencia con las típicas rebeldías de los años. Comienzan sus aventuras pero la Virgen siempre está al lado de ella acompañándola en estas idas y venidas. “Mi relación con la fe era interesada porque sabía que siempre me acababa saliendo con la mía.
Aún así, nunca me ocurrió nada”, reconoce. Poco a poco su corazón se fue transformando y comenzó a hacer las cosas bien. Cuando acudía a misa veía a las personas con una fe y entrega muy grande. Era algo que Claudia anhelaba. Al conocer a José Enrique siente que él le inspiró mucho en su camino de fe. Estuvieron cuatro años de noviazgo con una constante presencia del Señor. Acudían juntos todos los domingos pero no participaban más allá en otras actividades.
Queriendo prosperar para ellos y sus hijos, con dolor decidieron abandonar el país. Además empezaron a viajar con el poco dinero que tenían. Así surgió Familia Sin Agenda, como esa forma de poder conciliar la parte familiar, aunque no hubiera un objetivo definido. “Dejarnos sorprender por los viajes. Una anécdota es una familia que conocimos en Francia.
Ellos son una familia muy bonita. Nos dijeron que ellos rezaban el rosario todos los días”, explica. Esto les sorprendió por la coordinación y el tiempo que encontraban para rezarlo. Salieron de allí con mucho deseo de rezar el Rosario ellos también. Viajaron por Europa llegando también cerca de Rusia. “Era un viaje low cost, no teníamos presupuesto para un hotel de cinco estrellas, pero tampoco queríamos. Teníamos una maleta muy reducida. Aprendieron a vivir con poco y de manera mucho más sencilla.
¡No te pierdas este maravilloso testimonio!
Puedes conocerlos mejor a ellos y su apostolado aquí: https://www.instagram.com/familiasinagenda/?hl=es
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