Esta es la respuesta simple que ofrece Santa Madre Teresa cuando le preguntaban qué consejo daría a cualquiera que dude de la presencia real de Cristo en la Eucaristía: “Oren”. “El fruto de la oración siempre es la alegría de amar a Jesús, acercarnos a Él”, agregó la santa.
Cuando le preguntaron: «¿Qué pasa si alguien no sabe cómo orar?» Madre Teresa respondió: «Le enseñaré; aprendemos a orar orando. Incluso Jesús pasó horas en oración». Se nos concede un tiempo especial para estar físicamente presentes con Jesús en la Eucaristía, tanto durante la Misa como en la Adoración. Madre Teresa nos recuerda que cuanto más oremos, más aprenderemos a orar. No debemos olvidar que Jesús está verdaderamente presente en la Eucaristía.
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