El impresionante testimonio de Mayra: De experimentar la brujería a volver a la fe 

Mayra Alejandra, colombiana de nacimiento, actualmente vive en Alicante, España. Nació en una familia católica que aunque reconoce que no eran muy devotos si que recibieron los sacramentos. 

Mayra narra que cuando era pequeña y estaba estudiando es cuando empezó a escuchar el tema de las posesiones, de embrujos, temas que la gente no suele hablar abiertamente. Nunca vio películas de este tipo porque asegura que era una de las cosas a las que más miedo tenía en la vida. Al final cuando llegó a España todos estos temores hacia este oscuro mundo parece que se disiparon. 

Fue en el año 2006 cuando vino a España la época que describe como de alejamiento de la fe. Tenía una pareja cuyo padre frecuentaba una iglesia donde realizaban cosas extrañas. “Es increíble el poder que tiene el enemigo para a través de las personas, manipular la voluntad y las creencias de la gente”, explica. 

Su pareja en ese momento no creía en la Iglesia Católica, tampoco creía en la Virgen. “Crecí sin padre, con mi abuela, claro el haber nacido en una familia desestructurada te hace no tener un carácter fuerte o hacerte respetar en tus decisiones, siempre eres como más vulnerable”, reconoce. En ocasiones si sentía esa necesidad de ir a la Iglesia pero por no discutir se quedaba sin ir. Pasaron los años, tuvo un hijo con él que ahora tiene 13 años.

Recuerda como su pareja tenía alteraciones grandes de carácter. Ella le dijo que le pidiera a Dios que le quitara lo que sea que tuviera que le hacía sentirse y tan mal y expresarlo. “Recuerdo como le cambio la cara, se le puso los ojos negros y me dijo: aquí Dios no tiene nada que ver y se levantó y se fue”. Sintió miedo y susto y lo vinculó al baño que se dio el día anterior de hierbas que le recomendaron. 

Contactaron a la chica, y la chica que les dijo que había que cerrarle algo que se le había abierto. Según ella, el tenía el don de ayudar a los muertos. Después de esto él se arrepintió de su comportamiento llorando le dijo que le perdonara que estaba desesperado. Paralelamente la mujer seguía insistiendo en que era necesario que fueran para hacerle ese ritual para que se solucionara lo que le pasaba. 

Ellos ya estaban bastante cansados de la mujer. Pero lo mismo que había sentido la pareja de Mayra ahora lo sentía ella. “Sentía una opresión en el pecho, desesperación y ganas de llorar y salir corriendo”, recuerda. 

¡Descubre el final de la historia, llena de luz al final del túnel!