Testimonio de conversión: De vivir en medio de la violencia al amor de Dios y la alegría

Sep 1, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Camila de la Cruz es de Medellín (Colombia) viene a contarnos cómo el Padre se le reveló en su vida. Viene a contarnos ese proceso de paz que llegó a su vida. Reconoce que perdonar es complicado pero asegura que vale la pena perdonar y sanar esas heridas. Desde pequeña se crió en el campo con sus padres. Son cinco mujeres y un hombre en la familia. Eran campesinos y se levantaban muy temprano. “Cargaba mucho para ir al colegio. Allí aprendí muchas cosas. En ese momento no entendía mucho quién era Dios. Lo veía como alguien inalcanzable”. Veía ese Dios castigador y lejano. Los libros en aquel momento eran objetos de difícil acceso. Al salir al pueblo sí acudían a misa con su abuela. “No había en mí una convicción en mí de que Dios era mi Padre y creador a pesar de rezar con mis padres el Rosario”. 

Hizo la Primera Comunión pero a pesar de esto no tenía esa revelación del Señor. Cuando tenía 10 años empieza a haber en esta área rural los años violentos. Era muy común encontrarse muertos, vivían entre bombas, minas antipersonas. “Teníamos que huir, escondernos, y clamamos a Dios que nos protegiera. Había miedo a perder la vida y confusión”. Camila como niña no entendía por qué estaba en medio de ese fuego cruzado. Vió desaparecer a amigos suyos y siempre estaban ubicados en uno de los bandos. Tenía ese sentimiento de que la vida pendía de un hilo. Las bandas ilegales además vivían muy cerca de su familia. 

En ese momento la guerrilla estaba reclutando niños y niñas. En ese momento los guerrilleros llegaron a la puerta de la casa y hablaron de manera violenta con su padre. “Amenazaban a mi padre con que nos iban a reclutar. Sólo recuerdo el caos”. Pasaron quince días antes de huir de la casa y de todo el hogar que habían construido con tanto amor. Su padre habló con una tía y les dijo que fueran con ella, que de alguna manera sobrevivirían. Sólo recuerda a su madre llorando. Para Camila viajar a la ciudad era cómo si estuviera de vacaciones. No era consciente de que ese viaje no tenía regreso. Llegaron a otra guerra, que era la guerra del narcotráfico y la ciudad estaba llena de malos olores. 

Puedes seguir a Camila y su trabajo aquí: https://www.instagram.com/camiladelacruzartista/

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