Carolina Uribe es de Bogotá (Colombia) y tiene 54 años. Estudió en un colegio de mujeres sólo. Entendió en su vida que las decisiones tienen consecuencias. Debido a todas esas decisiones ella es alcohólica y adicta durante consumió a lo largo de veinte años. Destruyó su vida y la de la gente de su alrededor. Había un par de jóvenes inmaduros, se fueron enamorando y quedaron embarazados. Aquí ocurre el primer milagro de su vida, y fue su sí a la vida. Estaban muy nerviosos así que decidieron casarse y así luego ya decirles que estaba embarazada. “Mi abuela es la mujer más importante de mi vida. A muchos nos gusta contar historias pero no medimos qué historia estamos contando y a quién”. 

Mi abuela lo hizo con amor. A mi me contó que a medida que la barriga iba creciendo, mis padres contentos estaban esperando felices y así nació ella pensando que iba a llamarse Marcelo. Siempre tuvo una relación complicada con su madre. Se prometió a sí misma que odiaría a su madre el resto de su vida. Pensaba que no era una hija deseada, que su nacimiento de alguna manera fue un fracaso. “Pedí a Dios que me dara el don del perdón para perdonarme a mí y a mi madre. 

Empecé a sentir amor y misericordia con ella”. Empezó a entender que su madre tenía una historia de dolor también. No perdonó de la noche a la mañana pero pudo aflojar ese odio. “Lo que me cuestionaba es de dónde se había enamorado mi padre de mí si era muy fea. Hacía muchos planes con él, a pescar, a montar en moto”, explica. Cuando tenía cuatro años nació su hermano Marcelo, ese niño deseado desde el principio. Fue difícil. Así, pasaba mucho tiempo con su abuela. Le gustaba mucho hacer postre y a Carolina comérselos. Claramente se engordó. Entró al colegio y rápidamente se dió cuenta que había gente popular, ella fue de esas personas a las que rechazaban. Lo único que quería en la vida era sentirse amada. “Me desvié en el camino, comencé a ser indisciplinada a ser mala estudiante y falsifiqué la firma de ellos. Me dijo que si era capaz de hacer eso, quién no me iba a decir que de mayor sería un sicario”. Esto le rompió el corazón. 

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