Testimonio impactante: Del abuso y el asesinato de sus padres a la esperanza en Dios

Ene 22, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Alejandra Gutierréz tiene 32 años y es madre de dos hijos. Vivían en un contexto normal en la ciudad de Bogotá (Colombia). A sus padres un día los asesinan en la puerta de su casa. Su padre muere al instante y su madre llega a tiempo a dejarnos a salvo mientras que ella fallece en presencia de su madre materna. Se quedan con su abuela materna pero hubo ciertos problemas porque la familia paterna también quería quedarse con ellos. “Mi abuela hizo frente al dolor y comenzamos desde cero. A pesar de ser feliz y decirnos que nuestros padres están en el cielo crezco con un gran vacío”, reconoce.

Cuando tenía 6 años de edad recuerda que fue abusada por una ausencia de su abuela en casa. “Empecé a andar con la vida con muchas heridas e inseguridades. Sentía que no era de nadie en particular. No tenía tan real esa conexión con Dios aunque sabía que estaba conmigo”, comenta. En ese momento no tenía una relación cercana con su hermano, discutían bastante. A los 14 años comienza a hundirse emocionalmente con una depresión no diagnosticada. El único que le veía llorar era su hermano y le decía que tenía que aprender a madurar, a ser fuerte. Fue entendiendo que esa no era la forma de solucionar lo que estaba sintiendo. 

En este proceso, se mudan a vivir a la capital. Su hermano entra en la universidad y con esto empieza a beber. Es el momento en que salen sus heridas y él de alguna forma pedía explicaciones a unos padres que no estaban. Mientras tanto Alejandra empieza una relación sin entender verdaderamente lo que significaba la castidad. Era una relación tóxica de personas poco maduras. “Me toca irme a vivir dónde mi abuela y entró en la parte penitenciaria como auxiliar. Aquí siento que Dios me llama con fuerza. Salía de trabajar a la cárcel y me iba directamente a misa, procuraba ir todos los días”. Se hizo amiga del párroco que la invitaba a tener amistades en la fe. 

Al estar trabajando en una cárcel pudo conocer historias muy constructivas dentro de una situación límite de perder la libertad. Cuando tenía 19 años tuvo una gran decepción amorosa. Así se refugió en una pareja que le hizo mucho daño, era una persona que no tenía a Dios en su corazón. Se puso como propósito tener a un hombre que no tuviera temor de Dios. En ese momento cuando ingresó en el grupo juvenil de su parroquia hacían muchos planes, uno de ellos fue la de acudir a un santuario mariano. 

¡No te pierdas este impactante testimonio! ¡Te impresionará!

Puedes seguir a Alejandra aquí: https://www.instagram.com/alejaagutierrez?igsh=M2hybnAxaWtkbGJm

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados