Lourdes tiene 11 hijos y tiene una empresa que se llama sólo somos 13. Se dedica a ayudar a las familias a ordenarse por dentro y por fuera. Acompaña a los matrimonios a quererse más y mejor. Su marido y ella viven su fe en el Camino Neocatecumenal. Conoció a su marido a los 18 años, ella no pertenecía a ningún movimiento, su marido. Lourdes viene de una familia bastante acomodada, estaba acostumbrada a un nivel de vida cómodo.
Se fueron a vivir a Valencia y allí fue cuando conoció a su marido. Se casaron e hizo las catequesis del movimiento. “No conocía a Dios, a ese Dios que no necesitaba cambiar nada de mi vida. Fue algo impresionante y que impregnó toda mi vida. El amor de los padres llega a una parte muy importante, pero algo que transfigure tu vida sólo fue cuando conocí a Jesucristo”, explica.
Cuando escuchaba la Palabra sentía que ese mensaje iba dirigido a ella. Se casaron tras dos años de noviazgo y dejó su carrera de Farmacia y eso fue algo impactante para su familia. Se fueron los ataques de pánico que tenían mientras estudiaba la carrera. Se queda embarazada de la primera hija por cesárea y tenían mucho miedo de tener ese segundo hijo.
“Pensaba que si Dios es dueño de todo, ¡cómo voy yo a decirle a Dios cuando voy a tener un hijo!”, explica. No estaban contentos con esa situación y no estaban descansando mentalmente. Habían convertido a Dios como un mendigo como bien explica Lourdes. Se apuntaron a la JMJ de Juan Pablo II en Loreto. Antes del viaje los iniciadores del camino reúnen a todos para ponerse en marcha.
“Se proclamó la palabra del Apocalipsis. Coincidió con la reunión en Pekín de las mujeres, era el kilómetro cero del feminismo”. ¿Qué era lo que paraliza a Lourdes? el miedo a la muerte. “¿Quién es el dueño de la vida? El Señor. Quién sabe cuántos hijos podríamos tener. Las familias que atiendo es que los niños se habían apoderado y todo giraba alrededor de los hijos”, sostiene.
Lourdes cree que el demonio enreda. Y en este contexto Lourdes pidió a la Virgen que no tardara en quedarse embarazada y que no fuera por cesárea. “Mi hija Lourdes nació con un problema de corazón. Si la niña hubiera nacido por parto vaginal, hubiera muerto. La niña además tenía un problema de crecimiento. Estuvieron viendo si tenía un síndrome”.
¡No te pierdas este interesante testimonio de confianza y amor a Dios!
Puedes seguir a Lourdes aquí: https://www.instagram.com/solosomos13/
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