Mucha gente ha notado lo apropiado que parecía que la Madre Angélica falleciera el Domingo de Pascua (2016), el día en que los cristianos celebran la resurrección de Jesucristo y el triunfo sobre la muerte.

A medida que surgieron detalles sobre sus últimos días, surgieron convergencias interesantes entre su vida y el calendario litúrgico.

“Fue el Viernes Santo que escuché de uno de los cuidadores que estaba ayudando a la Madre, así como de una de las hermanas. Ambos dijeron lo mismo”, dijo el capellán de EWTN y decano de la capilla, el padre Joseph Wolfe, MFVA, al  explicar las últimas horas de la Madre Angélica.

“Madre [Angélica] comenzó a llorar temprano en la mañana por el dolor que estaba teniendo. Tenía una fractura en los huesos debido al tiempo que había estado postrada en cama. Dijeron que se podía oír por los pasillos, que ella estaba llorando el Viernes Santo por lo que estaba pasando. Estas dos personas me dijeron: ‘Ella tiene un dolor insoportable‘”.

El padre Joseph vio un significado especial en su sufrimiento el Viernes Santo, el día en que los cristianos recuerdan la pasión y muerte de Cristo en la cruz.

“Bueno, ¿sabes de dónde viene esa palabra ‘insoportable’ [en inglés “excruciating”]? Ex , de, cruce , de la cruz. Dolor insoportable.”

Pero el dolor no duró todo el día. “Después de que llegó la hora de las 3 del Viernes Santo ella estaba más tranquila; ella era más pacífica”. (Jesús murió en la cruz a las tres en punto, según la Biblia).

El Sábado Santo fue más tranquilo, pero el padre Joseph la visitó de nuevo.

“El Sábado Santo, también visité. Tenía este deseo en mi propio corazón de agradecerle todo lo que nos ha beneficiado con su testimonio y su enseñanza”.

Pero temprano en el Domingo de Pascua, la Madre Angélica comenzó a luchar nuevamente y el padre Joseph fue llamado por una de las hermanas. Cuando llegó, comenzó los Últimos Ritos, que es una colección de oraciones y sacramentos dados a los que están cerca de la muerte.

Ella fue ungida, perdonada y oraron por ella. Se ofreció Misa en su habitación y recibió la Eucaristía. Más tarde esa tarde, cuando quedó claro que moriría pronto, quienes la rodeaban simplemente oraron.

“Fue por la tarde que el padre Miguel y yo fuimos a su cama a la hora de la misericordia, a las tres de la tarde”, dijo el padre Joseph. “Nosotros [y las hermanas] acabábamos de terminar de rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. Todos continuamos orando en silencio alrededor de su cama”.

“Entonces, poco antes de las 5 de la tarde, ella fue a la casa del Padre. Ella respiró por última vez”.