San Patricio es considerado patrono de Irlanda pues ahí fue donde más tiempo se dedicó a la evangelización. Su vida fue un claro testimonio de las virtudes cristianas pero también una aventura al servicio de Dios. Así fue como pudo derrotar a todo un grupo de hechiceros y logró convertir Irlanda al cristianismo. Con este sencillo acto,
Cuenta la tradición que mientras San Patricio se adentraba por Irlanda propagando el Evangelio y convirtiendo a los nativos, se enteró de que en el pueblo de Tara se juntarían el supremo monarca de la isla y diferentes druidas (brujos) para una celebración. Aprovechando la ocasión, el santo emprendió viaje hacia el poblado.
El 26 de marzo de 433, Domingo de Pascua, la asamblea reunida en Tara emitió un decreto exigiendo que todos los fuegos se extinguieran ese día hasta que el primer fuego se encendiera en la mansión donde vivía el monarca.
Desafiando ese decreto, el día anterior San Patricio encendió un “fuego pascual” en la colina opuesta a donde se encontraba el poblado. Al ver el fuego, los druidas allí reunidos dijeron al unísono: “O Rey, vive por siempre, este fuego que ha sido encendido en desafío al real edicto, arderá por siempre en esta tierra a menos que sea extinguido esta misma noche”. Pero no pudieron apagarlo. El Domingo de Pascua San Patricio acompañado de sus misioneros comenzaron su procesión hacia Tara. Benigno, uno de sus más íntimos colaboradores llevaba el Evangelio en alto, seguido por San Patricio, con mitra y báculo y portando atuendo episcopal.
Para mantener el poder sobre los nativos, los druidas allí reunidos apelaron a hechizos y cubrieron la colina y la llanura cercana con una densa nube que oscureció todo. Entonces San Patricio los desafió a que la dispersaran, pero no pudieron hacerlo.
Entonces el santo comenzó a rezar, las nubes comenzaron a disiparse y los rayos de sol deshicieron aquella oscuridad. En un último intento para mostrar el poder de sus encantamientos, el Arqui-Druida Lochru comenzó a levitar y se elevó en el aire. Varias personas allí presentes se sorprendieron de aquel poder, pero el santo, sin inquietarse, se arrodilló y comenzó a rezar.
Al empezar sus oraciones, el mago cayó desde las alturas y se despedazó sobre una roca. Así derrotó a todos los druidas y obtuvo el permiso del rey para continuar evangelizando Irlanda. La hermosa oración de San Patricio, popularmente conocida como ” La Coraza de San Patricio”, fue supuestamente compuesta por él en preparación de esta victoria sobre el paganismo.
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