Cuando leemos las últimas conversaciones de la pequeña Teresa en su lecho de muerte, nos damos cuenta de que espera con impaciencia este paso a la vida eterna, incluso con alegría. Sabe que estará aún más cerca de todos los que ha conocido y amado.
La historia de la santa que NO abordó el Titanic
Santa Francisca Javier Cabrini necesitaba volver a Estados Unidos para continuar su labor social en Nueva...
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