¿Qué le puede pasar por la cabeza a un jugador de fútbol americano de éxito para dejar a su novia e ingresar en el seminario? Pues sencillamente Dios. 

Esta historia le ocurrió a Landry Weber, un wide receiver de los K-State de la Universidad Estatal de Kansas. El mismo recuerda que siempre se sintió llamado al sacerdocio, incluso cuando era un niño. 

El mismo cuenta que Dios le envió señales concretas. En una de ellas, narra que había empezado a salir con una chica y se sentía en conflicto con ella. «Estaba tumbado en el campo de prácticas en medio de la noche, mirando al cielo a las 2 de la madrugada», afirma al Register.  Y le preguntó a Dios directamente: «¿Quieres que esté con esta chica o quieres que esté contigo?».  En ese momento -dice- vio “aparecer una cruz en las estrellas”.

Landry, que se especializó en contabilidad, actualmente está recibiendo en la misma Universidad su máster en contabilidad y asistirá al Seminario de San Juan Vianney en Denver, como seminarista de la Arquidiócesis de Kansas City. 

«La idea en la sociedad es que sólo hay un camino a la felicidad, y es obtener un título y casarse. La gente piensa que entrar en el seminario significa que Dios te va a abandonar, y que vas a tener que arañar y rascar para encontrar la felicidad y que vas a estar solo», comentó. “Pero -continuó- ¿qué crees que va a pasar si entregas tu vida a Dios? Él va a poner su brazo alrededor de ti y te va a acompañar en cada paso del camino. Va a ser increíble. Va a ser exactamente lo contrario de la negatividad que estás esperando».

¡Emotivo testimonio el de Landry Weber!