ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Señor mío Jesucristo, que dijisteis: pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá. Caigo a vuestras plantas implorando la gracia que ardientemente anhela mi corazón. Pero reconociendo mi indignidad, pongo por intercesora en mi favor a vuestra fidelisíma sierva Santa Gema, dedicando en su honor y para gloria vuestra esta novena. Así sea.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Dios, que transformasteis a Santa Gema virgen en vivo retrato de vuestro Hijo atormentado; concédednos por su intercesión que, asociándonos a la Pasión de Cristo, merezcamos asimismo ser participes de su gloria. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DÍA PRIMERO
Celestial protectora mía Santa Gema, cuya vida fue un ardiente deseo de perfección cristiana. Te suplico enciendas en mi alma vivo anhelo de santidad y me alcances la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA SEGUNDO
Perfectísimo dechado de desprendimiento, gloriosa Santa Gema, que pasaste por el mundo sin aficionarte a ninguna de sus vanidades. Ya que te mueve a compasión mi vida absorbida por la materia, alcánzame del Señor la perfecta renuncia y negación de mí mismo, junto con la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA TERCERO
Seráfica Santa Gema, que viviste inflamada en el amor de Jesucristo. Alcánzame una chispa del fuego que abrazó tu corazón, junto con la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA CUARTO
Ángel de caridad gloriosa Santa Gema, que cruzaste por este mundo enseñando con tus obras e inmolación heroica por las almas el verdadero amor al prójimo. Ten compasión de mi egoísmo y alcánzame la verdadera Caridad, junto con la gracia especial que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA QUINTO
Violeta perfumada que en tu profundísima humildad quisiste llamarte siempre «la pobre Gema». Compadécete de mi orgullo y alcánzame la verdadera humildad, junto con la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA SEXTO
Gloriosa esclava de la obediencia, que nada tanto apreciaste como negar tu voluntad para seguir las inspiraciones del cielo o los mandatos de tus superiores. Alcánzame vencer la rebeldía de mi perversa voluntad y la gracia particular que suplico en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA SÉPTIMO
Lirio inmaculado de pureza, que cruzaste por el lodazal de este mundo sin recibir en lo más mínimo las salpicaduras de la lujuria. Contémplame sin alientos para vencer mis apetitos y no me niegues el auxilio de tu protección, junto con la gracia especial que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA OCTAVO
Esclarecida abogada mía Santa Gema, que cifraste tu dicha en inmolarte en aras del sacrificio y de la mortificación. Compadécete de la repugnancia que experimento en mortificarme y alcánzame del Señor tan necesaria virtud, junto con la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
DÍA NOVENO
Rauda paloma, que herida por el amor divino remontaste tu vuelo hacia las alturas, alejándote de los peligros que acechaban tu virtud. Pues contemplas los peligros que me rodean, defiéndeme con tu intercesión y alcánzame el triunfo en las tentaciones, a una con la gracia particular que imploro en esta novena.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias. Terminar con la oración final.
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